Me cuesta como cuando era adolescente, acercarmele.
Lo adoraba de niña y fue un sueño, haber sido parte de sí,
que hasta hoy me pregunto cómo pasó.
Lo que un día sentí, lo confirmé con el tiempo
Hoy recordé aquél anillo en el sobre
y una esquela creería más que una carta ,
que no significó ningún compromiso
solo el simbolismo de no saber cuándo , ni cómo comenzó
y que aún no finaliza
sin comienzo ni fin representa el círculo.
Quizá ni recuerda aquellos tiempos
de escondidos momentos nuestros vividos
pasó la vida y pasó mucho en nosotros,
fuí amada aunque no lo haya admitido
lo sentí en mi alma, pudo más su ego.
Los años me contaba de su mirada
y el brillo de sus ojos no hace mucho , también
Su presencia me acosquillaba el alma
en aquel lugar que nos conoce tanto
y más, que nosotros mismos
Me siento una niña
sin poder expresarme junto a él
Aunque todo el ser me empuja a decirle todo.
y no puede ni quiere seguir callandose
buscó la distancia por apartarse
la rabia hizo lo suyo en su momento
malos entendidos pudo acabarlo
circunstancias habló a medias
la vida logró otro sendero a seguir
y el alma dice yo quiero seguir ahí.
El tiempo y sus años no pudo borrar
aunque uno intenta no ver
sigue una verdad dentro de mí
Tu ausencia, distancia y presencia
más lo que marcó nuestra existencia
Lo que callamos y llevamos dentro
sólo nos pertenece a él y a mí
Aunque siento que las almas se hablan y se hallan
me siento temblorosa en su cercanía
que no es un miedo... es cómo,
cuando en la adolescencia me gustaba un chico
Ansiosa por saberlo, cuidando de no acercarme tanto
siendo feliz con solo verlo así sea de lejos
a veces me pregunto : por qué me siento así?
O por qué no volví a ser como con otros
relacionarnos con la normalidad de un ayer
Que nos hizo fingir ante los demás,
lo que no éramos.
Y hoy fingimos lo que no sentimos
y mostramos una distancia que no existe en el alma.
También me preguntaba,
que a veces parecía enamorada
y sufría por otras razones,
dolía la vida y el alma... pero nunca llenaba.
No llegaba la plenitud aunque me sentía en felicidad con ese amor...
quizá sólo sea un decir, por no atreverme a saber de una vez...
si no me sentía completa, fuera por ese sentir
que me obligue olvidar,
o que reuso recordar por el ayer ya ido.
Pero que en fechas se revive sin pedirlo,
y me acerca los cariños perpetuados en una niña que fuí ayer.
Y solo se permitió sentirse a escondidas,
amarlo en prohibido sin serlo,
cuando pudo amarlo tan libre como quisiera.
Lo amó libre y le regaló esa libertad, por no atarlo,
y aun desea que siga siendo él
y que nadie lo aprisione cortando sus alas.
Los ojos controladores y las lenguas del rededor,
siempre intentaron señalar y separar.
No debieron ocuparse en mí, ni preocuparse por él,
lo que debía ser ya era y es , antes de sus intromisiones.
De vez en tanto me reía... que cada vez
se les salía por los ojos por atender mis pasos,
en el periodo que paseaba libre por los lares ,
que me identifica igual que a él.
Hoy ya no soy la niña de ayer,
y aún se preguntan que puedo llegar a hacer,
qué hasta me desean imponer cómo hacerlo.
Sus suspiros maliciosos de apartarlo aún de mi camino,
o me hostiguen para que no me anime a charlar con él
... es constante en varios.
Hasta el punto de decirme, que olvide el atrás y ya no lo revuelva.
Es nuestra historia y los personajes fuimos nosotros, no ustedes.
No hay miedos en la verdad,
porque no es solo mía esa verdad a la que temen tanto...ustedes.
Lo enredaron demasiado y se dejó llevar,
pero conozco su ser, era chica pero no ciega .
Ni se imaginan cuanto y más haría por él .
Renunciar no fue fácil ,
fue mi presente para que existiera en paz,
eso fue lo que quisieron, no se si él , pero lo hice.
Pronto me atreveré a enfrentar aquello
que el pasado dejó inconcluso.
Sin miedos , de frente, con la verdad por delante
y todo el teatro , se dará por acabado.
Derechos Reservados
©Margarita Schaerer (11/8/2020)
