martes, 15 de marzo de 2016

LA PLUMA Y LA MANO

CLXVIII

AUTOR: Margarita Schaerer

Paró la pluma un momento,
no es que no tenga nada que decir,
muy por el contrario…
tiene mucho por escribir,
hay tanto en el tintero,
que se muere por confesar
si es por eso la pluma
no dejaría de danzar.
Es la mano quién debe descansar
es ella que está unida
a los sentimientos
mezcla las emociones
y no nos deja soñar.
La mano esta resentida
se ha vuelto un tanto mañosa
solo quiere agarrar la pluma
para sus lamentos contar.
Más la razón y la pluma
otra cosa quieren pintar
con colores e ilusiones
bellas acuarelas para soñar.
Entonces la mano se empaca
por no poder desahogar
lo que el alma adolece
y la pluma prefiere no bailar
al son de esas melodías tristes
que la mano quiere tocar.
A la razón obedece
hasta que la mano comprenda
que por ello se han de separar
o hasta que el corazón sonría
y le permita a la pluma danzar
para así nuevamente juntas
sueños de ensueños pintar.

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