miércoles, 10 de junio de 2015

EL SEÓL

LXXXIII

AUTOR: Margarita Schaerer

La guadaña ronda
el tiempo de los seres queridos se apaga
se duermen en ese mundo frío
el Seól los reclama
la vida es nada
va pasando el tiempo
que es implacable en su paso
creemos que  tenemos oportunidades
de un más tarde ,un más adelante
mas ninguno sabe cuando
pasará por nosotros
seguimos el curso sin pensar
si al dormir nos iremos a despertar
o si cruzaremos el umbral a un sueño eterno
decimos que es injusto cuando una vida
se apaga a tan corto tiempo
y otras hacemos todo lo posible
de lograr que sigan en este plano físico
por ese egoísmo que tenemos de que existan
sin pensar que solo alargamos el tiempo
dejándolos  sumidos a una larga agonía
vemos que día a día están muriendo un poco mas
y que no es vida por lo que están atravesando
sin embargo seguimos empecinados egoístamente
ya cuando por fin pasa 
y se lleva la última exhalación
y vimos que es imposible luchar contra
el equilibrio de nuestro existir
nos damos cuenta que la vida
es nada en nuestras manos
no somos dueño de ella
si ,en  cómo y qué hacemos con ella
pero no nos pertenece
solo nos fue otorgado 
y aun así la desperdiciamos
nos airamos con Dios preguntando,  
Por qué?,
Por qué a mí?,
Por qué tan joven?
Nos enojamos con él
le echamos la culpa si no llenó
nuestras expectativas de suplicas
de las promesas falsas que hacemos
en el momento que sucumbimos
en la desesperación por un milagro
y al contrario de agradecer
que pudimos vivir o compartir
con ese ser que  se vuelve a su origen
cegados por el dolor y el sufrimiento
de la que para nosotros es una perdida
cerramos nuestro entendimiento
a la ley de la vida
que a todos nos llega la hora
y no para todos es el mismo tiempo,
aunque el dolo de la perdida
es necesaria atravesar
y pensando que no me gustaría
que el día de mañana 
me visiten en un sepulcro frío
y vacío de alma
adornado de flores  marchitas o artificiales
pienso que así como parta
quiero dejar de existir  totalmente
convertirme en polvo
y ser esparcida en el aire 
que mi espíritu sea libre
que no haya un lugar físico
donde se acuerden de mí en fechas  claves
que cada quien guarde en sus adentros
los momentos vividos
tampoco quisiera que me lloren
déjenme  marchar en paz y con alegría
no quiero ver caras tristes
ya la vida tiene sus propias tribulaciones
descansar en el Seól  es el final del Hades terrenal
que frialdad en mis palabras
pues sí, así es la muerte
sombría y fría
sino, observen  un cementerio
desolado y funesto
quien querría estar allí ,
yo no…ni aun muerta,
deberíamos temer la muerte?
Creo que no ,
es el equilibrio natural de la vida.

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