LXXXIII
AUTOR: Margarita
Schaerer
La guadaña ronda
el tiempo de los
seres queridos se apaga
se duermen en ese
mundo frío
el Seól los
reclama
la vida es nada
va pasando el
tiempo
que es implacable
en su paso
creemos que tenemos oportunidades
de un más tarde ,un
más adelante
mas ninguno sabe
cuando
pasará por
nosotros
seguimos el curso
sin pensar
si al dormir nos
iremos a despertar
o si cruzaremos
el umbral a un sueño eterno
decimos que es
injusto cuando una vida
se apaga a tan
corto tiempo
y otras hacemos
todo lo posible
de lograr que
sigan en este plano físico
por ese egoísmo que
tenemos de que existan
sin pensar que
solo alargamos el tiempo
dejándolos sumidos a una larga agonía
vemos que día a
día están muriendo un poco mas
y que no es vida
por lo que están atravesando
sin embargo
seguimos empecinados egoístamente
ya cuando por fin pasa
y se lleva la
última exhalación
y vimos que es
imposible luchar contra
el equilibrio de
nuestro existir
nos damos cuenta
que la vida
es nada en
nuestras manos
no somos dueño de
ella
si ,en cómo y qué hacemos con ella
pero no nos
pertenece
solo nos fue
otorgado
y aun así la
desperdiciamos
nos airamos con
Dios preguntando,
Por qué?,
Por qué a mí?,
Por qué tan
joven?
Nos enojamos con
él
le echamos la culpa
si no llenó
nuestras expectativas
de suplicas
de las promesas
falsas que hacemos
en el momento que
sucumbimos
en la
desesperación por un milagro
y al contrario de
agradecer
que pudimos vivir
o compartir
con ese ser
que se vuelve a su origen
cegados por el
dolor y el sufrimiento
de la que para
nosotros es una perdida
cerramos nuestro
entendimiento
a la ley de la
vida
que a todos nos
llega la hora
y no para todos es
el mismo tiempo,
aunque el dolo de
la perdida
es necesaria
atravesar
y pensando que no
me gustaría
que el día de
mañana
me visiten en un
sepulcro frío
y vacío de alma
adornado de
flores marchitas o artificiales
pienso que así
como parta
quiero dejar de
existir totalmente
convertirme en
polvo
y ser esparcida
en el aire
que mi espíritu
sea libre
que no haya un
lugar físico
donde se acuerden
de mí en fechas claves
que cada quien
guarde en sus adentros
los momentos
vividos
tampoco quisiera
que me lloren
déjenme marchar en paz y con alegría
no quiero ver
caras tristes
ya la vida tiene
sus propias tribulaciones
descansar en el Seól es el final del Hades terrenal
que frialdad en
mis palabras
pues sí, así es
la muerte
sombría y fría
sino, observen un cementerio
desolado y
funesto
quien querría
estar allí ,
yo no…ni aun
muerta,
deberíamos temer
la muerte?
Creo que no ,
es el equilibrio
natural de la vida.
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C.A.B.A Argentina