LXXIX
AUTOR: Margarita
Schaerer
Amanecí con tu
nombre
pero hoy te
llamaré “Marcelo”
aquel nombre
anecdótico para nosotros
que me roba una
sonrisa
cada vez que lo
recuerdo
qué simpático fue
aquella mañana
la llave, tu
enojo, la señora del tercero,
que hoy me hace reír
fueron cosas que
me dieron pautas
de cómo eras en la
vida cotidiana
Como
estas?...Marcelo
espero que bien,
ya vez yo haciéndote
parte de mi vida
si bien esto me
demuestra que aún lo sigues siendo
y como una vez
dijiste
“soy solo un montón
de pequeñeces eso soy”
yo junte tus
pequeñeces y me encontré con
un cumulo gigante
de cosas hermosas que tienes y eres
que alegran mi
vida por momentos
gracias por todos
esos momentos compartidos.
Quiero contarte,
que nuevamente te soñé,
era tan real…fue tan
lindo escucharte tan claro
con esa forma
peculiar que tú tienes
esa mirada ,esos gestos, tu risa ,tu caminar
cosas que
quedaron tan nítidas en mí
hasta para soñar
algo tan idéntico a la realidad
mi sueño fue ,no como
se imaginarían las personas
pasional o romántica
,como se supondría
sino más bien parecido a aquella que te conté
lo bueno de los
sueños de verdad
es que no lo
puedes manejar,
solo lo ves pasar sin saber cómo termina
o que quede
inconclusa por despertar
mi soñar tuvo
comienzo y fin muy agradable por cierto
aun no entiendo
que significa verte a ti y los niños
esta vez no solo
a los tuyos, también a los míos.
Deseo que estés bien
hasta siempre…te extraña
Alelí
Pd: recuerdas?...
“abrime la puerta Marcelo”
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