En la placidez
de la húmeda noche asuncena ,
dónde aún murmuraba su canto la lluvia ,
alguien en su pensamienro
me llamaba
Entre pétalos que se armaba
De artificios y eternas
Para la mujer sagrada
Me distraje un momento
El nombre nació primero
Luego brotó el suspiro
Y en el sonido de las gotas
Senti el estremecer
Y ahí en esa añoranza
Fluyó en mi pensamiento
Y voló en su nacer
A su dueño
El viento soplo en la red
Para entretejer acertijos
Tú, como yo,
sabemos
Un trovador no es dueño
De sus escritos
De quién se refleje en ella ,
lo es.
23/mayo/2025
© Margarita Schaerer
Asunción - Paraguay
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