Aunque hoy vengas en sueño,
ya no me dejas sin aliento.
De qué valió la espera,
si como el sueño,
al despertar no te encuentro.
La ilusión sufre
y la esperanza se marchita.
El aliento se apaga y crece
una hiedra de descontento ,
el deseo
indiferente se me enreda .
Un abrazo que duele la vida ,
una espera
que ya no confia
en su esperar .
Y una ilusa ganas
de que acabe
tu sueño de una vez.
Sin rostro , observando,
señal de no dar la cara.
Te reconoci ,
te vi de frente y sonreì .
Sabiendo que te ocultas de mi.
Por ahí.
Asunción Paraguay
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