Su piel se sació en mi sed
Los labios se reconocieron
Antes de rozarse ya se relamieron
El pudor se tuvo vergüenza
Y se desvistió
Una confianza extraña
Sin pensar surgió
La prisa estaba calma
Cuando advirtió
Que apresurado repetía
Que no mintió
El sentir que rápido buscó
Concretar el juego de su percepción
Aposte a jugar sin pedir permiso
A la pista del baile que concedió
Un danzar tiene en el mirar
Otra en lo que provoca su boca
Su cadencia, su andar fugaz
Las huellas de su yemas cuando toca
Nos mirábamos casi sin parpadear
Analizaba sus antojos
Fue cuando descubrí en su respirar
Lo perversa que estaba a sus ojos
Yo quería verlo volar , alargar su vuelo
Matarlo a mi antojo
Y él cuidaba mi andar,
Que no soltara de verlo a los ojos.
Quise primero jugar , se negó al principio
Luego cedió un poco
Entonces medí mi actuar, para que el indicio
Acomode todo
Cuando regrese a su alma
Lo volveré loco
No dejare que me guíe
Le enseñaré cómo yo toco
Luego le daré una tregua
Al entregarme a su merced
Morir y revivir en su lengua.
Para así se exprese su arte en todo mi ser.
Moriremos y viviremos cada vez
Cuerpo, alma y sed.
©Margarita Schaerer ( 1/08/2022)
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