Una palabra sonó en mis adentros
"Insatisfecha"... acotó
Y me quedé con sed
De desmenuzar esa palabra
De acuerdo a la charla
Nada tiene que ver con lo hablado
Más hizo ruido en mi cabeza
Quizá me tocó, por lo que yo sentí
Que pensaba ...
Pero no es así, sólo retumbó
Porque realmente, nada me satisface últimamente
Con quién lo dijo, viví o vio
Cosas externas
Nada sabe, en absoluto de mi priva-sía
Nadie sabe realmente que ocurre
en mi interior, ni en mi intimidad
Tampoco importa, eso es obvio
Pero esa palabra me movilizó
Y a días de aquello
Estoy desmenuzando en mí.
Insatisfecha...
Por ver que los afectos que me entregan
Son falsos
Por ver que las personas son hipócritas
Por percibir que se acercan nada más
Porque te necesitan y cuando te necesitan
Luego se olvidan, se alejan
Insatisfecha...
De que quien dice que le importas
Y sólo es de la boca para afuera
Que puede lastimarte las veces que sea
Y creer que por un sentimiento uno olvida
Uno deja pasar, pero queda ...queda el eco
De palabras, gestos,acciones
Que se acumulan en uno
Como una gotera en un recipiente
Gota a gota ,se concentra en su interior
Y va ahogando cada cariño
Que alguna vez sintió
Insatisfecha...
Dicen cuando empiezas a buscar
El cariño que ya no te dan
O quizá nunca lo hicieron
Amor por ejemplo
Y no hablo de las que se entregan en caricias
Esas que todos llaman al placer
Aunque pudieras también, utilizar esa palabra al acto
Al simple egoísmo del individuo
Que no sabe satisfacer el placer del otro
En ese ritual en la que el gozo
Debiera ser mutuo en dos
Realmente en este aspecto
También hay insatisfacción
Admito, que no todo quien ha formado parte de mi vida
A sabido satisfacer
Ni nadie a quién elegí
Pudo complementar cada insatisfacción
Quizá cada candidato tenía cosas
Que me satisfacía, me llenaba me llegaba
Quizá cada elección tuvo sus motivos
Aunque en partes había carencias
Y así uno vive distintas experiencias de insatisfacción
Pero la realidad es que nadie
Es lo suficientemente completo
Para saciar la insatisfacción de otros, ni otros la de uno.
Derechos reservados © Margarita Schaerer
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