miércoles, 14 de septiembre de 2016

ENCUENTROS



Sorpresivamente fue el día del encuentro… que querrá decir, toparse con la gente así por que sí, un saludo al toparme con uno, cruce de palabras al apuro, mirada de - que bueno verte, una pregunta de cómo estás real; porque se siente cuando al otro en verdad le interesa, otro saludo a las corridas y allí termina. Pero no termina, te quedas pensando o por lo menos te hablas a ti mismo... y con gracia te dices - que loco todo, y que lástima no estaba con tiempo para alargar la charla, o sentarnos a conversar, y te alegra ese encuentro, y te preguntas - debió ser así? Tan corto?
Y sí, a lo mejor debía ser de esa manera - piensas mientras sigues caminando. Zas, a menos de cincuenta metros me topo con otro , bueno lo visualizo antes de llegar... lo más sorprendente, aún no salía de mi asombro anterior que ya estaba sorprendida nuevamente... otro saludo a las apuradas, palabras van, palabras vienen y otra despedida rauda y sigues , y sigues más anonadado que hace unos metros atrás y ya no piensas de manera individual en los encuentros, te pone más eufórica la secuencia de todo y saben qué, ya te generas la expectativa de que quizás te encuentras con otro ... pero no, al ya poner las antenas a la expectativa, no sucede, los encuentros fueron impensados y listo.
Te quedas con ese sabor sorpresivo y sorprendente que te hace llegar a tu casa y recrear lo loco que fue esos encuentros.

©Margarita Schaerer
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