LXXXI
AUTOR: Margarita Schaerer
Y aquella noche
una vez más el destino jugó
a su antojo,
una vez más nos juntó ,
todo lo hizo mágico
todo fluía
en derredor nuestro
el universo conspiraba
y abría sus puertas
de par en par…
el tiempo se detuvo
y a la vez fue tan egoísta,
que no lo sentimos pasar
la noche se hizo eterna
aunque hayan sido solo unas horas…
se eternizó en la piel,
en la mente,
en las retinas,
en los abrazos ,
en los besos y las caricias
en esa entrega tuya y mía…
y al despertar luego de ducharnos,
abotonar tu camisa,
un abrazo bailado al son del reggae
salir tomados de la mano
no existió un adiós,
solo un beso
y sin perdernos la mirada
a través de la ventana
en aquella estación subterránea
nos alejamos,
te hiciste sentir ,
volviste a buscarme
mi silencio no fue cobardía no,
solo huí ,de lo que quería gritar
de lo que siento ,
de lo que quiero
del miedo que me provoca
tan solo imaginar
que puedo llegar a perderme
al sumergirme en ti
a no ser dueña de mí,
si huí…
de lo mucho que significas para mí
de lo mucho que significas para mí
por callar y no querer develar
mis sentimientos
mis sentimientos
quise ser fuerte
quise ocultarme de tu presencia
porque ya no puedo acallar mi ser
porque ya no me pertenezco
porque te adueñaste de todo
de mis días y mis noches
de mis pensamientos y mis sueños
mi corazón te llama
y mi ser te reclama
en cada momento en cada tiempo
y cada segundo se me hace difícil
acallar este grito mudo y doliente
que gime agonizante por tu amor
y teme ser conquista de paso
tomé distancia por mis miedos
huí del destino que juega
que nos junta cuando
se le viene en gana
y nos atormenta a los dos.
Ni aun así pidas que te diga Adiós!
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C.A.B.A Argentina
