viernes, 4 de octubre de 2019

UN RUMBO SIN FIJAR...

El aire me susurra tu nombre, junto a mí la estrella que nos unió por última vez, el cielo conspira en su azul, aclarando la visión de mi sentir.
Te apareces así de la nada, en inusuales sucesos, no puedo imaginar que ni el tiempo te borra , por momentos sólo pareciera que las nubes te esconden de mis pensamientos.
Y cuando se dispersa nuestro cielo, nuevamente veo sonrisas que brotan en mi alma, por tu presencia que ausente se alza cómo un cometa en este paisaje.
Nada que ver con lo que tú me quisiste develar,  sino más bien con lo que yo percibo en ti , en tu calma , en la paz que transmitias a mi vida.
A veces pienso que sería de nos, juntos , porque separados siento que algo falta en mí.
Cada brisa que ahora se presenta en un fresco aroma a campo abierto, se parecen a la calma que en ti absorbo , como es el cielo te siento, inmenso e intenso.
Nada se compara a esta paz que te recuerda, desde los tiempos que no se acaban ,y perduran en este espacio lleno de personas, y vacios de mi espacio.
Te siento a vos, y no estás...
Y los que están, no están, no me llegan.
Y sólo son decorativas mentiras en mi derredor.
Caballos... deporte... negocios... y detrás mío la palabra ALMA
Me preguntaba... Que haces tú aquí, en un sitio que no tiene nada que ver contigo, luego la estrella me guiña y me responde , es que aún está en ti.
Para mi sorpresa, en el ocaso anaranjado la luna me sale con una bella sonrisa... comprendí que se habían complotado... el día, la luna y tú... te disfruté en mis adentros y también de lo que el cielo quiso pintar en su suelo para mí. Un rumbo sin fijar... fijo en vos ... así te sano sin dolor.
Mi alma por ti, por mí... chin chin.
Hasta siempre.

Derechos Reservados
 © Margarita Schaerer  (1/09/2019)
Asunción - Paraguay