CXCIII
Más ellos,
algunos… me han nombrado de ese modo en varias ocasiones por diferentes cosas o
formas de actuar. Quizás esa sea mi misión, que aun no comprendo… no es nuevo
para mí esa calificación, aunque de ángel no tenga nada .Más no voy a
desestimar las veces en que mis palabras han sido herramientas de alivio o
aliento para otros… me pregunto; habré sido yo? , o solo fui/soy un instrumento
de algo que aun no comprendo y que va más allá de mis propios entendimientos.
Si bien pasa que antes de saber de las personas que
llegaran a mí, siempre se cruzan por mi mente de una u otra forma, no pasado
mucho de ello tengo noticias, un llamado
o simplemente aparecen casualmente o,
hay un encuentro inesperado en las que
algo en mí ya sabía que algo pasa con ellos .
Me lo he
preguntado mil veces, ya que yo creo en los ángeles no he tenido un encuentro místico
con ninguno dé…, pero sí con sus respuestas; he experimentado cosas que muchos
lo verían como milagros, y exhorta con el pensamiento a la frase “creer o
reventar”. Hurgando un poco en esas fuentes había entendido que mi ángel a fin
es el Arcángel Rafael, como la mayoría sabe, tiene mucho que ver con la salud,
eso contestaría mi pregunta del porqué las personas dolidas o con dolencia se
han acercado a mi persona para que los ayude y con satisfacción los he visto
recomponerse y recuperarse, y no he hecho nada más que visitarlos y alentarlos.
Otro de mis
patrones es San Quintín, muy vagamente me zambullí en su historia pero contaban
que sus manos eran milagrosas, que curaba con imposiciones de mano a personas
con trastornos, sin embargo siempre fui observadora a distancia, nunca me inmiscuí
en cosas espirituales; a pesar que he descubierto desde muy temprana edad unas que otras manifestaciones… Como así que en
un grupo de oración carismática mi visión fue un ojo de ella emanaba una cascada
y en la pupila la virgen rodeada del iris como un cielo.
A qué viene esto?
, no sé, sólo que una persona me dio un título demasiado sagrado para mí, “Auxiliadora,
Margarita Auxiliadora”, muy fuerte para mí y retumbó en todo mi ser desde hace
varios días; Por qué?. No soy una santa. Porque hace ruido en mí? No hice más
que ayudarla en un momento que precisaba, cualquiera lo hubiera hecho, creo yo,
pero llamarme así en su agradecimiento fue demasiado o decirme hija, hija
postiza… Qué significa?, si mi cariño hacia ella siempre fue la misma, solo
actué en pos de su condición; si bien cuando la vi no era la misma persona que
conocía ,dentro mío no cabía la posibilidad de verla apagada, no! La persona
que estaba viendo no era ese ser que yo conocía ,presta a ayudar y acompañar a
todos siempre, no ella no era ahora … yo solo quería volver a verla llena de
vida.
Pero no, no creo merecer este título, ni las alas que me han puesto. Sólo soy
un ser imperfecto que comete muchas equivocaciones, que aprende de algunos y de
otros sobrevive, en esta vida impuesta que tiene. Y que, en ocasiones se
desgasta las fuerzas que la sostiene. Auxiliadora no, si no sé ni cómo auxiliar
a mi propio existir.
Margarita Schaerer
© Todos los derechos reservados del autor
C.A.B.A. – Argentina