Hay tantas cosas que deseo decirte y hacer , que cuando me encuentro con esos tus silencios no se si avanzar o aceptar que hasta ahí y ya.
Tantas veces me lleno de ilusión y en otras tantas digo , sigamos falta poco.
Solo recuerdo cómo te sembraron y no sé, si eso fue bueno o malo, de igual modo seguí en ese letargo en la que ya estuve un día , sólo que cambió el personaje en mi cuento.
Yo también quiero volver a ser libre, lo malo que no puedo o no es tan fácil decir, sal y no me importas, porque sí me importas y lo peor que no puedo ser indiferente al sentir , ojalá pueda ser como son o aparentan muchos, y pasar la hoja, la página, el libro o lo que sea y que no perturbe ni una molécula mía tu ser , es que ya no pasa por si ignorara solamente e hiciera que no existes, porque existes... y no sólo eres, sino que cada fibra en mí te reconoce a vos y se empeña en no mirar nada mas que no contenga, tú.
Y esa es la parte mas difícil, el que la razón reconoce que no pareciera recíproco, pero siente lo que sientes y me obliga nuevamente a aguardar, aguardar qué?!... ese algo que no llega y ni comprendo su por o para , mi corazón está cansado, tiene ganas de liberarse ,vaciarse de sus vacíos, arrancar esa parte que no la deja dar pasos hacia cualquier lado.
Porque vive expectante ante cualquier eventualidad que pueda saberte.
Pero sí, estoy cansada.
Agotada de estas sensaciones que no llenan, ni saben a nada .
Mas que a esperas rancias ya conocidas.
Y así se va consumiendo cualquier ilusión.
Y se va evaporando mis deseos llenándome de la nada que me rodea sin poder hacer nada , sintiendo todo y deseando todo y encontrando sólo un gran vacío, en mí y en todo.
Y lo peor... alerta, con el corazón enfrascado de sus inviernos .
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©Margarita Schaerer (22 / 01 / 2022 )
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