El día tenía tu sabor...
por eso te consumí con tantas ganas,
la tarde trajo tu aroma...
que te inhalé tan profundo,
ahora que entra la noche
me invita a ... soñar(te) al lado mío.
Y cuando la aurora ,
vuelva a dormir a la luna,
despertaré sonriendo como ella,
sabiendo que te amaneces
nuevamente en otro día
impregnada de ti.
Derechos Reservados
©Margarita Schaerer (13/09/2020)
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