miércoles, 2 de octubre de 2019

VALER LA PENA

Hace un año me despedía de nuestro reencuentro, la tarde fue sombría, la niebla cubría la ciudad ,y tú, tan igual ...
Tú sonrisa , tú forma de andar, calmo y lleno de ansiedad, tus pasos denotaban esa tranquilidad y su impaciencia por llegar, tus manos tenían prisa, se aferró sin titubeos y entrelazo sus dedos... estaban seguras que no la rechazaría .
Sobresalto a mi alma que se dejó avasallar por el arrebato instantáneo, se estremeció el corazón ,no sabía qué sentir, que apresuró su latir .
Pidió a la razón una tregua, que no la abandonara en ese sin sentido que la estaba poseyendo... con cautela, pero temerosa de que en tú mirada podría caer rendida, me sumergi en el tours de tu morada, tantas emociones al mismo tiempo. 
Pude disimular,  pero me temblaba el alma, no sabía si era un sueño o si en verdad estabas frente mío, no entendía a la vida, el lapso que te distanció y que en la distancia te vuelves así, sin más, removiendo todo .
Y ... qué nuevamente era yo quien  en su afán de realidad soñada, se acercaba a su ilusión real.
Hoy, al remembrar... las mariposas del estómago anudan mi garganta, no dejan ya que vuelva a pronunciar lo que me dueles. Hasta parecieran mucho más intensas que ayer... inentendibles por un lado . Tratando de aceptar por el otro ... se sigue. No hay otra forma... hay que seguir, ya la vida dirá ... 
Si la pena valió la pena y valga la redundancia qué pena si no lo vale ... porque te extraño flaco.

Derechos Reservados del autor 
  © Margarita Schaerer 
 Asunción - Paraguay  (30/06/2019)